martes, 8 de febrero de 2011

TEST AVE

En relación al trabajo de Acoso Escolar, buscando en Internet, he encontrado hoy una información que creo que nos va a servir de gran utilidad a la hora de realizar el trabajo.

Se trata de un test de Acoso y Violencia Escolar (test AVE) que es un autoinforme de breve aplicación para evaluar a sujetos entre 2º de Primaria y 2º de Bachillerato en diferentes aspectos propios del acoso escolar.
Aquí dejo un artículo el cual explica en que consiste y los resultados que se obtuvieron en el 2006.


 
martes, 19 septiembre de 2006

Uno de cada cuatro alumnos sufre acoso escolar y la violencia de los compañeros · El riesgo de sufrir acoso escolar se multiplica por cuatro en niños con 7 u 8 años y disminuye progresivamente hasta el Bachillerato.
El País Vasco es una de las comunidades con mayor tasa de 'mobbing' en las aulas
Uno de cada cuatro alumnos sufre el acoso o la violencia en las aulas, sin que se detecten diferencias entre colegios públicos, concertados o privados, según datos de un estudio que pone además de relieve que el 60% de los acosadores acabará cometiendo un delito antes de cumplir los 24 años.
El estudio 'Violencia y Acoso Escolar en España', presentado hoy a la prensa, ha sido dirigido por Araceli Oñate, directora del Instituto de Innovación Educativa, e Iñaki Piñuel, profesor en la Universidad de Alcalá y director del 'Mobbing Research' (Investigación del Acoso ).

El estudio revela que el riesgo de sufrir acoso escolar se multiplica por cuatro en niños con 7 u 8 años y que disminuye progresivamente hasta el Bachillerato (16-18 años), etapa esta última en la que el porcentaje de acoso en las aulas (en torno al 11%) coincide con el acoso que se produce en otros ámbitos, como el doméstico o el laboral.

El informe se basa en un muestreo realizado entre 25.000 alumnos de catorce comunidades (todas excepto Valencia, Baleares y La Rioja), lo que según sus autores lo convierte en el más grande que se ha realizado en Europa sobre esta materia.

Tendencia al suicidio


Piñuel y Oñate explicaron que el concepto de acoso escolar incluye tanto las agresiones y el daño físico, que representa el 10% de los casos, como la violencia psicológica, en la que incluyeron el hostigamiento verbal, las amenazas, la intimidación o las coacciones, y advirtieron del daño físico y psíquico que provocan las dos formas de acoso y del riesgo de que esos daños se hagan crónicos.

Los autores del estudio advirtieron de que del análisis de las encuestas rellenadas por los alumnos se deduce que existen unos 250.000 que sufren un acoso o una violencia "muy intensa", y que la mitad de ellos presentan consecuencias psicopatológicas (lo que incluye tendencia al suicidio) y pueden llegan a la vida adulta con un daño crónico y ser más vulnerables ante otras formas de acoso .

Iñaki Piñuel advirtió contra la "trivialización" y la "banazalización" de la violencia psicológica, contra la negación del problema que hacen algunas instituciones, centros, padres o profesores, y contra tópicos como el de que "son cosas de niños", "es un caso aislado", "hay que aprender a manejarse en la vida", y denunciaron el error elemental que se comete al considerar que la víctima es la principal responsable de lo que ocurre.

El País Vasco, en cabeza

El acoso es mayor entre niños (24,4%) que entre las niñas (21,6), y las mayores tasas se han detectado en Andalucía (un 27,7%), País Vasco y Navarra (25,6), y las más bajas en Aragón (el 18% de los escolares son víctimas) y Canarias (19,01). En Asturias y Cantabria la tasa de acoso o violencia alcanza el 23,6; en Madrid, el 23,4; en Castilla y León el 22,70; en Cataluña el 22,6; en Galicia el 22,4; en Murcia el 21,50; y en Extremadura y Castilla-La Mancha el 20 por ciento.

Los autores del estudio apuntaron, entre las conclusiones del estudio, dos datos "esperanzadores": que tres de cada cuatro niños acosados no se convierten a su vez en acosadores, y que en el veinte por ciento de los casos son los propios compañeros los que detienen las actitudes hostiles hacia un alumno.

Abogaron por la puesta en marcha de un Plan Integral de Prevención de la Violencia y el Acoso Escolar que incluya la evaluación periódica de la situación, la implantación de protocolos de "buen trato", por planes específicos de formación del profesorado y por el asesoramiento y el apoyo a las víctimas y a sus familias.

Motes, burlas, collejas...

Entre los indicadores que apuntan la existencia de violencia y acoso destacan los cambios repentinos de comportamientos, las estrategias para ausentarse del colegio, síntomas psicosomáticos como ansiedad o insomnio o la pérdida de autoestima.
Piñuel y Oñate precisaron que los comportamientos de acoso más frecuentes que denuncian los niños son la utilización de motes, que no les dirigen la palabra, que se ríen de ellos cuando se equivocan, les acusan de decir cosas que no han hecho o dicho, burlarse de la apariencia física, les imitan para burlarse, les pegan puñetazos, collejas o patadas, y se meten con ellos hasta hacerles llorar.

Los autores del acoso suelen ser los niños o las niñas de la propia clase y grupos de otras clases, habitualmente mayores que la víctima, aunque los autores del estudio han detectado que en un 3,7 por ciento de los casos los niños que se sienten víctimas del acoso apuntan a los profesores como responsables del mismo.



"Banalización" de la violencia
Iñaki Piñuel denuncia la "trivialización" y la "banazalización" de la violencia psicológica, contra la negación del problema que hacen algunas instituciones, centros, padres o profesores, y contra tópicos como el de que "son cosas de niños", "es un caso aislado", "hay que aprender a manejarse en la vida", y denunciaron el error elemental que se comete al considerar que la víctima es la principal responsable de lo que ocurre.

Los autores del estudio apuntaron, entre las conclusiones del estudio, dos datos "esperanzadores": que tres de cada cuatro niños acosados no se convierten a su vez en acosadores, y que en el veinte por ciento de los casos son los propios compañeros los que detienen las actitudes hostiles hacia un alumno.

Piñuel y Oñate han precisado que los comportamientos de acoso más frecuentes que denuncian los niños son la utilización de motes, que no les dirigen la palabra, que se ríen de ellos cuando se equivocan, les acusan de decir cosas que no han hecho o dicho, burlarse de la apariencia física, les imitan para burlarse, les pegan puñetazos, collejas o patadas, y se meten con ellos hasta hacerles llorar.

Los autores del acoso suelen ser los niños o las niñas de la propia clase y grupos de otras clases, habitualmente mayores que la víctima, aunque los autores del estudio han detectado que en un 3,7% de los casos los niños que se sienten víctimas del acoso apuntan a los profesores como responsables del mismo.

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