miércoles, 23 de marzo de 2011

Clase teórica 23 marzo 2011.

Hoy en la clase teórica hemos realizado una reflexión entre todos sobre la actividad realizada en la última clase práctica, en la cual realizamos una especie de concurso de preguntas y respuestas.
Como ya comenté en alguna entrada anterior, el juego consistía en reunirnos por grupos (en mi clase, el profesor sólo nos exigió que debían formarse cinco en todo el grupo) y elaborar preguntas sobre contenidos de la asignatura, con tres posibilidades de respuesta. Teniendo ya esas preguntas, se realizarán de manera que cada grupo, elegirá al grupo que quiera que conteste, obteniendo puntos aquellos grupos que acertaban.
El profesor al principio de la clase, nos comentó, que el grupo ganador iba a tener un “premio” sobre la puntuación final de la asignatura.
Mediante una lluvia de ideas, entre todos hemos definido tal actividad con las siguientes características:
-          Fomentaba el mal rollo.
-          Servía para asentar contenidos.
-          Actividad sucia y rastrera.
-          Competitiva.
-          Divertida.
-          Sirve como repaso de lo estudiado.

Hemos ido analizando punto por punto aquellos puntos importantes sobre la actividad:
1)     El propósito del juego era GANAR, conseguir el mayor número de puntos y conseguir la victoria. La recompensa era subir la puntuación de la nota final  (esto es algo valioso y que fomenta la competición). En función de la recompensa hay mayor tensión.
2)    Formación de equipos: La mayoría de nosotros hemos de reconocer que nos agrupamos por como estábamos sentados en esa clase y por proximidad con los compañeros que mayor relación se posee, sin tener en cuenta la inteligencia o los conocimientos que poseían los compañeros para ganar.
A la hora de tomar esta decisión, no valoramos tanto el ganar y perder, sino que nos juntamos con aquellos que creíamos que más cómodos íbamos a “trabajar”.
3)    Formulación de preguntas: Esto sirve como control de conocimientos del alumnado y cara al profesor para evaluar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Las estrategias que hemos seguido a la hora de elaborar las preguntas la mayor parte de los grupos han sido las siguientes:
o    Preguntar sobre los primeros temas (lejanos en el tiempo)
o    Preguntar cosas raras y de poco interés, pero relacionadas con la asignatura. ¿Cuántos seguidores tiene el blog de la asignatura?
o    Preguntas “trampa” con enunciados falsos, o preguntas correctas pero confusas.
o    Preguntas sobre contenidos que aún no se habían dado (libro “Mal de escuela” de Pennac).
Esta maldad a la hora de crear este tipo de preguntas, somos los alumnos los que la creamos, en ningún momento es el profesor, quien genera este “mal rollo”.
4)    Destinatarios de preguntas y sistema de puntuación: Normalmente, las preguntas iban dirigidas al grupo que menos puntos tenía, ya que se suponía, que era el grupo de menor nivel en el juego y que menos conocimientos poseía sobre la materia.
Por parte del alumnado en ningún momento se pensó en NO discriminar a ningún grupo, pensar que alguien podía sentirse mal, favorecer a los más excluidos…

Esta actividad es un poco injusta desde el punto de vista de la organización del juego, ya que podía haber un grupo con muchos conocimientos sobre la materia, pero ser uno de los perdedores ya que puede ser que ningún grupo le haya enviado ninguna pregunta y no haya tenido la posibilidad de obtener ningún punto.
Desde mi punto de vista, el premiar subiendo la nota no es del todo correcto, ya que fomentamos un ambiente de “mal rollo” y de competitividad absoluta entre el alumnado, lo cual puede generar muchos problemas en el día a día en las aulas. De la misma manera podemos hacer la misma actividad, pero sin prevenir al alumnado sobre el premio y posteriormente ser nosotros mismos los que decidiremos si subir la media o no. De esta manera, los alumnos se mostrarán en mi opinión, mucho más tranquilos, participativos, no serán tan malvados a la hora de realizar las preguntas y servirá como aprendizaje para todo el alumnado.
De la manera que hemos realizado nosotros la actividad, hemos podido comprobar en nuestras clases, como muchos grupos “han tirado la toalla” al ver que nadie les preguntaba, o al recibir preguntas de muchísima dificultad que nada tenían que ver con los contenidos a estudiar en esta asignatura.

Lo que el profesor pretendía al realizar esta práctica, es, que nos percatásemos de lo difícil que es analizar una clase, y que puede haber infinitos de aprendizajes implícitos. Hay muchos casos para analizar tanto lo explícito como lo implícito (puede ser muy interpretable). Cada uno de nosotros vivió esta actividad de manera diferente al resto.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario