lunes, 20 de diciembre de 2010

Comentario experiencia personal

El otro día estando hablando con unos amigos, salió el tema del trabajo para estudiantes de fines de semana, de verano… sobre todo aquellos relacionados con la enseñanza, la educación y con niños pequeños.
Uno de ellos trabaja como monitor de tenis en un club de Castellón. Importante comentar previamente la formación de este monitor de tenis. Ha sido jugador de tenis desde que era pequeño en ese club, y un día le propusieron dar clase a niños pequeños, ofreciéndole el mismo trabajo que a un monitor titulado con formación, pero ganado un sueldo un poco más inferior.




Al oír el comentario de uno de ellos, me quedé helado…. Otro amigo, le preguntó con entusiasmo qué qué era lo que hacía con ellos, como los trataba y como se lo pasaba.
Su respuesta fue esta: “No hago casi nada, echo dos carros de pelotas cada hora y los niños se entretienen solos… tengo uno que solo juega con la arena, que le digo que venga a jugar a tenis y me dice que prefiere quedarse allí, así que para no discutir con él y no darme mal, allí lo dejo toda la hora…”
Sinceramente, esta opinión me conmovió mucho, ya que me imaginaba la situación en la pista de tenis y me parece muy triste.
La verdad es que expresé mi opinión y mi amigo me dió la razón. Los niños son apuntados a tenis para iniciarse en un deporte, no únicamente para aprender a jugar, sino para socializarse y aprender otras muchas cosas que puede aportar estas clases, si el profesor las lleva a cabo correctamente… Pero me gustaría haberle preguntado… ¿qué crees que pensarán sus padres cuando vean a todos los niños trabajando y a su hijo jugando solo con la arena? ¿Qué pensarían sus jefes de tal monitor al ver que no le hace el mínimo caso?
El problema de todo esto, desde mi punto de vista, aunque no siempre ocurre así, es, que no posee una mínima formación para saber enseñar y tratar a los niños. Muchas personas, saben mucho de un deporte y en los clubs se les ofrece trabajar dando clases a niños pequeños cuando estos ya son mayores. En la mayor parte de los casos, se nota a primera vista, cuando un monitor posee experiencia y formación y aquel que no ha recibido ni una clase sobre pedagogía ni didáctica.
Por todo esto, me parece básico una formación para los instructores deportivos, en la cual, se contengan clases de psicología, educación en valores, cómo tratar a alumnos con necesidades especiales…
Este alumno que posee mi amigo probablemente sea un niño al cual, le cuesta mucho relacionarse con los demás, pudiendo llegar a poseer algún trastorno de autismo o asperger… y probablemente por ello sus padres le habían apuntado a tenis, para mejorar sus relaciones sociales. Pero claro, llegar a esta conclusión es muy difícil para una persona que no ha recibido una formación previa y adecuada.
¡Hagamos de los instructores de deportes profesionales de ello! No nos conformemos, a la hora de contratar a un monitor, que sepa jugar al deporte y que sea simpático, porque muchos otros factores afectan a la hora se llegar a ser un buen instructor o no.

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